Llegado el momento nos podemos encontrar en la necesidad de actuar en caso de una parada cardiorrespiratoria. Por desgracia, normalmente los equipos médicos tardan en llegar y los primeros auxilios son claves para garantizar la supervivencia de la víctima y minimizar las consecuencias.
En este artículo te explicamos todo lo necesario para poder afrontar una situación de emergencia con las mejores garantías y cómo realizar la reanimación cardiopulmobar.
¿Qué es la Reanimación Cardiopulmonar (RCP)?
La reanimación cardiopulmonar o RCP es una técnica utilizada en caso de parada cardíaca que nos puede ayudar a salvar vidas.
Las causas por las que se produce una parada cardiorrespiratoria pueden deberse a motivos muy diversos: un infarto, un coma etílico, ahogamiento, accidente…
Cuando se produce la parada cardiorrespiratoria, el corazón deja de bombear sangre al cuerpo y se interrumpe la entrada de oxígeno. Si no se actúa con inmediatez se produce la muerte en un intervalo de 4 a 6 minutos, por lo que una correcta actuación en los primeros instantes es de vital importancia no sólo para salvar una vida, si no también para evitar o minimizar posibles secuelas.
Para realizar una RCP, realizaremos maniobras de reanimación cardiopulmonar combinando la respiración boca a boca y las compresiones en el tórax con el objetivo de imitar el latido del corazón parado y permitir la entrada de oxígeno a los pulmones. Con esta operación conseguiremos mantener la sangre oxigenada y en circulación hasta que se salvemos la situación de emergencia o llegue la ayuda médica.
¿Qué hacer si alguien sufre una parada cardiorrespiratoria?
Lo primero que debemos entender es que en este tipos de emergencias es mejor actuar aunque no tengamos plenos conocimientos que no hacer nada.
Los pasos que debemos seguir en caso de emergencia es el siguiente:
Comprobar la seguridad del entorno: En caso que la emergencia se produzca fruto de un accidente, lo primero que deberemos hacer es garantizar que tanto la víctima como la persona que realiza los auxilios están seguras.
Comprobar la consciencia: Lo primero que deberemos hacer es comprobar si la víctima está consciente. En caso afirmativo deberemos llamar al 112 sin moverla. En caso contrario iniciaremos la técnica de RCP.
Si no responde, deberemos llamar al 112 y responder con calma todas las cuestiones y seguir todas las indicaciones. Idealmente, si hay dos personas, una se encargará de llamar mientras la otra coloca a la víctima boca arriba, con el tórax descubierto y los brazos y piernas sobre una superficie plana lista para iniciar la RCP.
Primero abriremos la vía aérea mediante la maniobra frente-mentón: colocamos la mano en el mentón de la víctima y la otra en la frente. Con esta última, moveremos la cabeza suavemente hacia atrás, quedando el cuello extendido y la boca ligeramente abierta para evitar que la lengua obstruya la vía aérea. Si observamos algún objeto en la vía aérea, procederemos a retirarlo.
Comprobar la respiración con el método VOS (Ver, Oír, Sentir): acercamos el oído a su boca para oír si respira y observamos simultáneamente el pecho para ver si hay movimiento propio de la respiración.
En caso que respire, procederemos a poner la víctima en posición lateral de seguridad (PLS) para evitar que lengua o en caso de vómito se obstruyan las vías respiratorias. La PLS consiste en: tumbar a la persona bocarriba, totalmente estirada y nos colocaremos de rodillas a un costado. Pondremos su brazo más cercano a nosotros en ángulo recto de 90º con respecto a su cuerpo y con la palma de la mano mirando hacia arriba.
Colocaremos el otro brazo cruzado sobre su pecho y con el dorso de su mano apoyado en su mejilla. A continuación procederemos a cogerle del hombro y de la rodilla más alejada y traccionar hacia nosotros hasta apoyar esa rodilla en el suelo, de manera que la víctima quede de lado. La mano que tenía en la mejilla, la colocaremos bajo su cabeza y realizaremos una leve extensión del cuello.para dejar las vías respiratorias libres. Nunca debremos girar únicamente la cabeza sino acompañarla de todo el cuerpo para evitar empeorar lesiones cervicales que puedan haberse producido.
En caso que no respire comenzaremos con la RCP.
Si disponemos de un desfibrilador (DEA), es el momento de utilizarlo siguiendo sus instrucciones.
Si no disponemos de DEA:
Compresiones: Nos arrodillamos junto a la víctima y, con los brazos extendidos, con una mano sobre la otra entrelazadas las colocaremos en la mitad inferior del esternón, aproximadamente entre los dos pezones. Procederemos a comprimir en el centro del pecho, bajando el tórax unos cinco centímetros en cada comprensión y dejando a continuación que éste vuelva a su posición inicial. Realizamos treinta compresiones y pasamos al siguiente paso:
Realizar el «boca a boca»: Es decir, insuflamos dos veces consecutivas consecutivas aire en la boca. Ponemos la mano sobre la frente y con los dedos de esa misma mano cerramos las fosas nasales. Con la otra mano tiramos del mentón para abrir la boca y evitar así la obstrucción de las vías respiratorias.
Juntamos nuestra boca con la suya, y soplamos durante un segundo, y veremos que su tórax se eleva. Repetimos una vez más el proceso. En caso que el tórax no se eleve, nos indica que el aire no entra correctamente y deberemos revisar que nada obstruya la vía respiratoria y que estemos realizando correctamente los pasos anteriores.Repeticiones paso 7 y 8: Procedemos a repetir los pasos de compresión e insuflación de 30 compresiones seguidas por dos insuflaciones, a un ritmo de aproximadamente 100 comprensiones por minuto. Si hay más de una persona presente es conveniente alternarnos para mantener el ritmo óptimo.
No parar: No detendremos la secuencia de repeticiones hasta que la víctima se recupere o llegue la ayuda médica.
Si la víctima tiene o parece tener menos de 8 años: realizaremos los mismos pasos, pero en lugar de apoyar toda la mano en su tórax, únicamente usaremos dos o tres dedos, al ser su tórax más flexible.
¿Donde aprender a realizar la reanimación cardiopulmonar?
Como hemos visto, actuar es imprescindible en este tipo de emergencias, pero con un mayor conocimiento de primeros auxilios nuestras posibilidades de salvar a alguien aumentan significativamente.
Una formación de primeros auxilios como la que impartimos en nuestro catálogo de cursos 100% subvencionados, incluye la práctica de la RCP, además de aportarnos los conocimientos necesarios para otro tipo de emergencias como hemorragias, intoxicaciones, atragantamientos… Desde nuestro punto de vista, se trata de una formación que debería ser obligatoria ya que nunca sabemos cuándo la podremos necesitar.
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